Tú, tu espacio, tu vida.
- Lux Velázquez
- 12 mar 2017
- 2 Min. de lectura

Con un café, un desayuno en la cama y música de Barry White de fondo; mientras reviso mis redes sociales, pensaba en lo importante que es llenar nuestros espacios de esos pequeños detalles que le dan estilo y calidad a nuestra vida.
La mayor parte del tiempo los pasamos por alto y olvidamos hacer de nuestro hogar, un lugar agradable a los sentidos. Un lugar que nos invite a permanecer quietos y relajados.
La vida es cada vez más intensa, sobrecargada de información. Hay tanto que ver en los medios de comunicación que parece que nos volvemos adictos a este bombardeo intenso de imágenes, sonidos e información. Vivimos inmersos en nuestros problemas y cargados de este rush que nos impide relajarnos para reflexionar, observar, oler, escuchar, sentir; y peor aún, para amar. Olvidamos alimentar a nuestros sentidos que están ávidos de vivir.
Y con este preámbulo se preguntarán, ¿y qué tiene que ver todo esto con la decoración? Yo creo que la respuesta es: mucho más de lo que imaginan. Por ejemplo, cuando despiertas cada mañana, ¿qué es lo primero que ves? ¿qué es lo primero que escuchas? ¿Cuál es el primer olor que percibes? ¿Lo has pensado? Seguramente algunos dirán que sí pero a todos les haría la misma pregunta ¿y te gusta? si tu respuesta es no, tal vez estás olvidando esos detalles de los que hablo. Muchos de ellos no cuestan casi nada pero cuentan mucho...la pijama con la que duermes; lo que tienes en tu mesa de noche; una vela, la foto de los que amas, tu libro favorito; lo que ambienta tu hogar; un incienso o tu música favorita mientras te preparas para el trabajo; un rincón para leer y uno para conversar; una rica toalla y una bata para salir del baño; las plantas y las flores en una ventana; un buen desayuno, el café que muchos aman; el plato en el que te sirves y la taza para tu café; tu perfume favorito; la sonrisa de tus hijos; tu mascota que te saluda mientras agita la cola... Podría seguir con una infinidad de cosas pero no terminaría. Sin embargo, espero haber sembrado una pequeña semilla que te haga reflexionar sobre tus espacios y los detalles que te hacen feliz. Esos que seguramente has olvidado.
No olvides que tu hogar es un espejo de tu ser; una extensión de lo maravilloso que eres. Explora lo que hay en ti y plásmalo en tu hogar. Deja que tu hogar te inspire a salir al mundo a luchar tus batallas y deja que, el mismo, sea el que te cobije y te renueve de energía para seguir.
Siempre hay tiempo para planear cómo quieres despertar mañana... y tú, ¿Cómo quieres vivir tu espacio?
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